Estamos acostumbrados a trabajar con tablas, con documentos Excel y, en general, con datos organizados en filas y columnas. Esto está muy bien y lo entendemos a la perfección porque lo llevamos haciendo mucho tiempo y sabemos interpretar la información. Pero, ¿y si te dijeran que esa misma información la puedes tener a un simple golpe de vista de manera visual y en tiempo real? Sí, a todos nos parece mucho más cómodo y rápido, y ahora ya es posible gracias a la Inteligencia Espacial.
La inteligencia espacial es la capacidad del ser humano de procesar la información en 3 dimensiones, de pensar en imágenes. En el mundo empresarial se aplica este concepto para definir al business intelligence que incluye datos de geolocalización, es decir, con mapas, ubicación y coordenadas espaciales. Y que por lo tanto, nos muestra los resultados a golpe de vista.
Business intelligence son soluciones muy útiles que permiten consolidar de forma integral toda la información de una compañía y proporciona un conjunto de herramientas para analizarlas, presentarlas y compartirlas con gran riqueza visual y analítica, apoyando así la mejora de productividad de las compañías. Y todo ello en tiempo real. Añadiéndole la geolocalización existe la posibilidad de verlo todo, por ejemplo en un mapa, a golpe de vista, por lo que es mucho más rápido y sencillo. Esto es lo que llamamos Inteligencia espacial.
La inteligencia espacial al servicio de la empresa
Si esto lo aplicamos a los diferentes procesos de una compañía, tenemos como resultado que las tomas de decisiones se agilizan así como los propios procesos. Y por tanto, se consigue un gran ahorro en tiempo, que se traduce en ahorro de costes.
Sin duda alguna, la inteligencia espacial está revolucionando nuestra manera de trabajar, mejorándola a pasos agigantados ya que nos ayuda a ahorrar muchísimo tiempo en la interpretación de datos por la inmediatez en la visualización de la situación real de la compañía, entre otros tantos beneficios. Sobre todo está ayudando a que las tomas de decisiones se puedan realizar de manera más rápida y sencilla, a ser más competitivos y a aportar más valor a la empresa. Se trata del presente y del futuro inmediato en la gestión de procesos de las compañías de toda índole.