En la nueva era de la digitalización, como sabéis, todo está cambiando a una velocidad de vértigo. Lo que era novedad hace unos meses es ahora una realidad ya asentada y en breve será lo mínimo exigible. Y los departamentos de RRHH son un fiel reflejo de lo que está pasando en el mundo de los negocios.
Con este artículo me gustaría acercaros a una nueva generación de profesionales, que estarán entre nosotros antes de lo que nos imaginamos, si no forman YA parte de tu plantilla.
Los empleados, nuestros “embajadores de marca”, aquellos que impregnan en cada actividad que realizan: la cultura, valores y el “expertise” de la organización, aquellos que proyectan y mejoran nuestras compañias convirtiéndose en los auténticos catalizadores de los logros de una empresa en alza, también afrontan y asumen los nuevos cambios tecnológicos y de tendencia que se están produciendo en el mercado laboral. Sentirse único dentro de la compañía y transmitir el “Best place to work” ya no serán los únicos objetivos de la cultura del employer branding durante los próximos años.
Para dar sentido a la estrategia general de nuestro negocio y obtener mayor productividad e implicación, se hizo imprescindible en los últimos tiempos tener una empresa comprometida con la gestión de personas, en definitiva, con el capital humano como lo hace Neteris. Las empresas ponían en marcha sus nuevas estrategias para atraer talento.
Dentro de las organizaciones se optó por estructuras más horizontales, donde cada vez había más líderes que gozaban de la confianza de la dirección, lo que les permitía actuar de forma coliderada, comunicada, colaborativa, con gran capacidad de innovación en un entorno tan cambiante.
La satisfacción, motivación y bienestar dentro de la empresa producía ese engagement e implicación necesarios para que los equipos se sintieran en sintonía con la empresa, se identificaran con ella y les permitiera conseguir grandes resultados.
A través de numerosas iniciativas y herramientas como las políticas de compensación y beneficios, portal del empleado, redes sociales corporativas, coaching, mentoring, etc. se fue logrando, además del estímulo, buen clima y participación de todos los empleados en las iniciativas de la empresa, la alineación perfecta y necesaria entre la dirección y los equipos para definir, comunicar y trasladar la cultura organizacional del negocio y así obtener el mayor compromiso de nuestros empleados a través del empowerment.
Esta estructura y estas herramientas a su vez facilitaron la comunicación interna entre la dirección y los equipos, reforzando el feedback y generando una motivación intrínseca en los empleados que son la fuerza motriz de la organización. Los empleados pasaron a sentir su aportación de tal valía que se consideraban Empresa en sí y no un integrante más de la plantilla.
Un liderazgo que contagiara, un optimismo que motivara, una flexibilidad que conciliara y una comunicación interna que generara confianza eran piezas fundamentales para seguir consolidando ese compromiso auténtico y real de nuestros valedores de marca. Pero sin embargo, todas estas iniciativas se han convertido actualmente en un mínimo de condiciones para los nuevos perfiles que se incorporan al mercado laboral.
¿Nuevo paso en las tendencias de employer branding?
Como decía al principio, el mercado laboral varía mucho, ya existe una nueva generación de futuros profesionales que atribuye menos importancia a la retribución y a la permanencia en la empresa. Una generación con valores y preferencias muy diferentes a las anteriores y que demanda ser buscado y atraído digital y tecnológicamente por las empresas.
Por estas razones, las compañías están adoptando más recursos y nuevas iniciativas digitales para seguir adaptándose al cambio: páginas web de empresa responsive con mayor interactuación, con conexión directa a redes sociales, aplicaciones móviles, formación virtual y flexible, actividades especiales de teambuilding, gamificación, encuestas digitales más interactivas (Glassdor, Universum), etc .
En definitiva, serán objetivos cruciales adoptar nuevos recursos para seguir impulsando ese entorno favorable, flexible, moderno y participativo a la vez que seguir potenciando una mayor implicación en el aprendizaje accesible y continuo de los empleados.
Las organizaciones deberán adaptarse a las nuevas tendencias, para atraer a nuevos talentos y retener a los profesionales con el fin de lograr la sostenibilidad, permanencia y éxito del negocio a medio plazo.