El contexto competitivo, empuja a que las pequeñas empresas, en sus inicios, centren sus mejores recursos en el core de su negocio y muchas veces deleguen en terceros el área de finanzas. Sin embargo, estas empresas que van creciendo, van viendo la función crítica de controlar los procesos de negocio de su empresa, gestionar su crecimiento y controlar su rentabilidad.
Por ello, gestionar los procesos financieros internamente se convierte en requisito fundamental para tener el control y poder tomar decisiones de forma inmediata y correcta. Internalizar las finanzas y conocer en 360 grados tu negocio pasa a convertirse en una gran ventaja.