La acogida del evento organizado por Neteris Consulting “Industria 4.0 y mi sistema ERP” pone de manifiesto una realidad latente en el sector empresarial español y es el convencimiento por parte de la industria de dar un paso hacia delante y aplicar nuevas tecnologías en la cadena de valor.
Según recientes estudios de PWC “las compañías industriales españolas están claramente por detrás de las del resto del mundo en materia de digitalización. Solo el 8% de las empresas industriales de nuestro país se encuentran en un nivel de digitalización avanzado, muy lejos del 33% del sector a nivel global”
Este porcentaje sin embargo no está alineado con las iniciativas previstas por los CEOS según KPMG “El 74% de los CEOs de empresas del sector industrial que han participado en el informe Global Manufacturing Outlook (GMO) 2016 de KPMG afirman que pondrán en marcha una transformación digital para avanzar hacia la llamada Industria 4.0”
Aterrizar el concepto de Industria 4.0 a la realidad de cada negocio es el mayor reto al que se enfrentan las compañías a la hora de establecer un plan de acción entre el amplio abanico de opciones existentes.
¿Cómo empezar?
Esta es la cuestión principal, a continuación les dejamos una serie de directrices fundamentales a la hora de analizar la viabilidad de un Proyecto Industria 4.0.
1. Realizar un diagnóstico de los problemas y los objetivos.
La primera etapa previo Kick off de todo proyecto es la realización de un diagnóstico de la situación actual. Este “AS IS” debe contemplar los procedimientos y procesos actuales, reflejando a su vez las fortalezas y debilidades del mismo para consensuar los objetivos del proyecto.
2. Identificar los criterios / KPI que medirán el éxito.
El retorno de la inversión suele ser una asignatura pendiente en la gestión de proyectos.
Este concepto que en un principio puede parecer simple (beneficio / inversión), si no se define desde un inicio, puede llevar a distintas interpretaciones por parte de cada uno de los agentes involucrados en una implementación. Es por esto que identificar y consensuar los KPI que medirán el éxito de un proyecto objetivará cualquier discusión respecto al ROI del mismo.
3. No adquirir por imitación.
El no realizar los dos primeros pasos supone una pérdida de visibilidad plena a la hora de la toma de decisiones. Es por ello que en muchos casos se tiende a “mirar al vecino de al lado” pero esto siempre conlleva un alto riesgo.
Adquirir por imitación es asumir dos convicciones:
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4. Dotar de recursos las iniciativas.
Tanto desde un punto de vista económico como humano, la asignación de recursos debe estar alienada con los objetivos establecidos en el diagnóstico. La dotación adecuada de recursos actúa a su vez como un impulsor interno del proyecto ya que envía un mensaje en sí mismo de la importancia que la organización otorga a las iniciativas.
5. Priorizar de manera efectiva.
La priorización de las distintas iniciativas internas se torna “sencilla” si tenemos en cuenta que cada propuesta lleva consigo un análisis detallado de problemática, objetivos y ROI.
6. Departamentos tecnológicamente alineados.
Desde el prisma de aceptación de tecnología y mejora continua es muy común la coexistencia entre departamentos conservadores y departamentos impulsadores.
A nivel estructural es necesario alinear tecnológicamente los departamentos para no tener distintas velocidades internas.
Estos son algunos de los puntos que Neteris incorpora dentro de NIDA. Metodología NIDA que tiene como principal objetivo adaptarnos rápidamente a la realidad, al contexto y a la estrategia de las compañías, maximizando el ROI que podemos ofrecer a corto plazo, y el valor de nuestros servicios.