¿Cómo retener el talento de tu empresa?
Esta pregunta se la cuestionan muchas empresas cada día y luchan por ello. Atraer, retener y fidelizar ese talento que hace que una empresa sea rica en capital humano y profesional, es una de las principales claves de éxito de una compañía, y también uno de los mayores retos de los departamentos de Recursos Humanos de pequeñas y grandes empresas. Pero no depende en exclusiva de este realizar una buena gestión de talento, sino de toda la empresa a nivel transversal. Cada vez resulta más complicado, puesto que la competencia es elevada.
Es conocido por todos que resulta mucho más sencillo y barato retener el talento interno que atraer nuevos talentos con nuevas contrataciones. Atraer talento supone hacer procesos de selección, formar al nuevo empleado, tiempo de adaptación que necesita para alcanzar el rendimiento del resto de la compañía, de 4 a 6 meses en llegar a los niveles deseados de productividad y alrededor de 12 en interiorizar y adquirir las políticas de empresa. A todo esto hay que sumar la pérdida que genera un trabajador cuando abandona la empresa: redistribuir sus tareas en otros trabajadores, la fuga de conocimiento, la inexistencia de su productividad, etc.
Ya nos contaba Abraham Maslow con su Pirámide sobre la jerarquía de las necesidades y motivación de las personas, que todo lo que hacemos tiene como objetivo cubrir necesidades de distintos grados de importancia. A medida que vamos satisfaciendo las necesidades más básicas, desarrollamos otras más elevadas, es decir, nos desplazamos hacia arriba, desde la base a la cumbre de la pirámide.
Atraer, retener y fidelizar el talento es una de las principales claves de éxito de una compañía.Click to tweet |
Y eso pasa también en el día a día, en una empresa, la necesidad que tiene el trabajador de cubrir necesidades y cuando ya las ha satisfecho, quiere cubrir otras y de distinto tipo. Esto se traduce en el riesgo que tienen las empresas de perder talento. Cuando un empleado ha satisfecho todas sus necesidades en la empresa, quiere alcanzar otras que le llevan a buscar nuevos retos y nuevas oportunidades.
Hoy en día las empresas han cambiado su filosofía y van más allá, puesto que el dinero no es el todo que garantiza atraer y retener ese bien tan preciado, compuesto por los mejores profesionales y más productivos gracias a la eficiente gestión del talento.
Las empresas ofrecen beneficios sociales, tales como:
- Seguros médicos.
- Cheques restaurante.
- Ayudas al transporte.
- Aumento del número de días de vacaciones a disfrutar que los ya estipulados por ley.
- Conciliación de la vida laboral / familiar.
- Formación.
- Plan de carrera y crecimiento.
- Y un largo etc.
Estos beneficios sociales contribuyen al bienestar emocional del trabajador para cubrir los dos primeros peldaños de la Pirámide, necesidades básicas y, en cierta medida, necesidades de seguridad.
¿Pero qué pasa con los siguientes niveles?
Por supuesto, la falta de alguna de estas aspiraciones más básicas, así como las siguientes, es lo que hace que los empleados busquen nuevas oportunidades laborales. Por eso son importantes los beneficios que hacen que el empleado esté más motivado y cómodo trabajando en un entorno favorable. Pero hay mucho más.
Las empresas actuales se esfuerzan por alcanzar el bienestar de sus empleados y los beneficios emocionales. Y esto se consigue creando un buen ambiente de trabajo donde prime la buena comunicación y que esta sea transparente, fiable y justa, en todas direcciones: entre dirección y empleados y viceversa, y entre los propios compañeros de trabajo.
Una de las labores que se hace desde los departamentos de Recursos Humanos es el estudio periódico del clima laboral para reforzar y mejorar el grado de satisfacción del empleado.
Actualmente, la cultura de empresa ha cambiado, basándose en satisfacer las necesidades de los últimos niveles de la Pirámide de Maslow, y se alimenta de confianza, respeto, reconocimiento, estabilidad, sentimiento de pertenencia a la empresa; donde los trabajadores se sienten parte importante de ella; donde las decisiones se comparten con ellos y se sienten orgullosos por los logros obtenidos gracias al trabajo diario de ese gran equipo que forma la dirección con sus trabajadores.
Todos estos beneficios no monetarios motivan al trabajador y hacen su día a día más confortable, repercutiendo positivamente en sus emociones. El trabajador del siglo XXI no busca exclusivamente un aumento de salario, sino una combinación de todos los beneficios. Y estos beneficios emocionales tienen menos impacto económico que el efecto tan positivo que genera un incrementando del compromiso del trabajador.
Las empresas que consiguen trabajar estos beneficios emocionales, consiguen mejores resultados y realizan una gestión del talento más saludable. En Neteris llevamos tiempo trabajando en ello, y nos enorgullecemos de atraer y retener talento, siendo una empresa saludable que lucha por la mejora continua y por el compromiso de implementar todas las acciones necesarias.