La protección de datos se ha convertido en uno de los puntos a considerar en todos los procesos operativos de las compañías. Tanto es así, que desde 2016 está en vigor un Reglamento General de Protección de Datos (#RGPD) de ámbito europeo (y otros similares en otros continentes). Incluso en España tenemos la Ley Orgánica de Protección de Datos (#LOPD) de 1999, que regulan aspectos acerca del manejo de información de terceros por las compañías: los datos sensibles.
El enmascaramiento de datos, también conocido como anonimización o seudonimización, es una práctica vital en ciberseguridad para proteger información personal.
En JD Edwards, el libro de direcciones contiene datos clave de clientes y proveedores, y se utilizan mecanismos de enmascaramiento para controlar la visibilidad y modificación de datos sensibles, garantizando que solo el personal autorizado acceda a información confidencial.